El ácido salicílico
Lo vemos en la wikipedia, su nombre viene de la corteza del sauce (salix en latino) y tiene una forma química simple (relativamente simple, siempre resulta sorprendente ver cómo compuestos muy simples pueden tener un impacto tan alto en un organismo biológico tan complejo como el nuestro).
El ácido salicílico es famoso (hoy en día) por ser el componente de la aspirina, un fármaco que lleva tanto tiempo con nosotros (sus efectos se conocen formalmente desde 1763, pero ya se usaba la corteza del sauce en tiempos de Hipócrates hace más de 2000 años, o de los sumerios hace más de 3000 años!) que nadie duda de su efectividad y su perfil bajo de riesgo, aunque tiene efectos secundarios bien conocidos.
Su efecto anti-inflamatorio y analgésico se debe a que inhibe la formación de las prostaglandinas las cuales pueden tener un efecto pro-inflamatorio (se sintetizan en tejidos inflamados y actúan como aviso, revisión) o anti-inflamatorio revisión .
Sus efectos beneficiosos son tales que incluso existe la “terapia con aspirina diaria” Mayo Clinic, la cual genera controversia en personas sanas pero consenso en personas que tienen antecedentes cardiovasculares.
Los riesgos son (alergias aparte) sobre todo de sangrado en general o específicamente gastrointestinal por una coagulación inhibida
Y en niños y adolescentes se desaconseja totalmente para evitar el síndrome de Reye (menores de 3 años nunca, y mayores que se estén recuperando de varicela y gripe nunca, Mayo Clinic)
Efecto del ácido salicílico en el comportamiento, en personas sensibles a los salicilatos
Aquí no se trata del impacto del fármaco en el comportamiento (sobre todo aplicado a niños), sino del impacto de los salicilatos presentes en los alimentos y que por lo tanto ya ingerimos de forma habitual en nuestra dieta.
A judgar por los beneficios del fármaco, y por el hecho que los salicilatos se encuentras en alimentos que están dentro de una dieta “evolutiva” (alimentos que hemos comido desde siempre), se puede afirmar que su presencia nos es largamente beneficiosa (o al menos neutra), e incluso se podría plantear qué ocurre si seguimos una dieta alta de salicilatos ya que podríamos quizá mejorar nuestra respuesta inmunitaria y nuestro sistema inmunitario en general.
Si estos beneficios no se deben a la presencia beneficiosa de los salicilatos sino a su efecto hormético (al fin y al cabo, los salicilatos existen en las plantas para defenderse de los agresores) entonces no tendría sentido buscar una dieta alta en un tipo determinado de salicilato, sino buscar variedad y así tener muchos “venenos” a bajas dosis para entrenarnos.
En cualquier caso, no he encontrado casi nada acerca de los beneficios de seguir una dieta intencionadamente alta en salicilatos, aunque sí la comparación entre una ingesta diaria de salicilatos de entre 10 y 200 mg por día versus las cantidades de ácido salicílico que tenemos en una aspirina (300-600 mg) healthine, y sí el hecho de seguir una dieta vegetariana y presentar valores de ácido salicílico en orina comparables a quienes siguen una terapia de aspirina diaria artículo, asociado por lo tanto a un efecto beneficioso de los salicilatos naturales.
El caso contrario, el buscar reducir los salicilatos en nuestra dieta, es útil en personas sensibles con los salicilatos. En este grupo de personas los salicilatos inhiben la regulación de leukotrienes revisión revisión que se acumulan y dan lugar a los síntomas de intolerancia (inflamación crónica, hinchazón, mocos, sinusitis, asma, diarrea, gases, …).
En estos casos, una dieta baja en salicilatos es útil en aliviar los síntomas artículo artículo, también en dietas de 1 semana aunque no se reflejó en las concentraciones de salicilatos y leukotrienes artículo.
La sensibilidad a los salicilatos de “bajo nivel”
Sin embargo, hay otro grupo de personas sensibles a los salicilatos que no expresan estos síntomas tan evidentes, pero que sí presentan alternaciones en el comportamiento que parecen resolverse con una dieta baja en salicilatos.
Los niños con alteraciones en el comportamiento.
Por ejemplo la hiperactividad, problemas del sueño, agresividad e irratibilidad, dificultad en regular las emociones, y como elementos físicos que presentan mejillas y orejas coloreadas.
La dieta baja en salicilatos surge de Benjamin Feingold, pediatra, que en 1983 propuso que esta dieta funcionaría para niños hiperactivos. A día de hoy la dieta no ha hecho fortuna aludiendo o la falta de estudios que den soporte a esta intervención o a los resultados insuficientes artículo.
Sin embargo, fuera del ámbito científico sí que se acumulan las evidencias de tipo anecdótico que parecen recomendar esta intervención, lo cual sugiere dos posibilidades:
- O bien hay una falta de estudios sobre el tema, y que los existentes (algo antiguos) simplemente no hayan segmentado a los grupos estudiados (no todos tienen por qué responder a una terapia dada)
- O bien que lo que haya sea una marea de gente interesada en hacer negocio (algo que ocurre descaradamente en otras intervenciones)
Aquí algo que juega a favor de explorar una dieta baja en salicilatos para niños con alteraciones del comportamiento, a mi modo de verlo, son tres aspectos:
- La dieta es útil para las personas con sensibilidad a los salicilatos, por lo que esta sensibilidad existe y la presencia de los salicilatos en la dieta es relevante
- Las personas con sensibilidades distintas acostumbran a presentar otras co-sensibilidades a otros factores
- Si el impacto de la microbiota parece muy alto en las alteraciones del comportamiento, si la presencia de los micronutrientes también se relaciona con estas alteraciones, si al final la dieta siempre juega un papel relevante en estas afecciones, que los salicilatos puedan tener un rol en ciertos grupos de personas es plausible
Mi opinión con los enfoques nutricionales es que el costo de probar dietas durante un tiempo razonable (1-2 meses) es muy bajo y el beneficio potencial es muy alto. Un riesgo tan asimétrico como éste merece el explorar estas dietas si los problemas a solucionar lo motivan.
Videos interesantes del tema
Siempre es esencial leer distintos puntos de vista, porque la información, y este escrito está incluido, puede ser inexacta o puede quedar inexacta o incorrecta por la continua evolución del conocimiento científico. Por lo tanto, al menos por mi que no quede, aquí tienes una selección de videos interesante.
Como seguir una dieta baja en salicílicos
No son solo los salicílicos sino los fenoles en general. Los salicilatos son un subgrupo de ellos, quizá los más populares (los que terminan identificándose como problemáticos más a menudo)
Al final, como siempre, se trata de identificar alimentos altos en fenoles y a partir de ahí, reducir su ingesta y observar.
Alimentos altos en fenoles:
Manzanas (especialmente las rojas)
Uvas
Cerezas
Fresas
Frambuesas
Moras
Arándanos
Ciruelas
Naranjas
Mandarinas
Pomelos
Dátiles
Pasas
Kiwi
Mango
Piña
Tomates
Pepinos
Pimientos (rojo, verde, amarillo)
Espinacas
Berenjenas
Calabacín
Alcachofas
Champiñones
Brócoli
Espárragos
Almendras
Avellanas
Nueces
Anacardos
Pistachos
Curry
Canela
Orégano
Tomillo
Menta
Albahaca
Pimienta negra y blanca
Mostaza
Miel
Vinagre de manzana
Té negro
Té verde
Café
Vino tinto
Sidra
Zumo de naranja
Zumo de uva
Alimentos moderados en fenoles:
Peras (algunas variedades)
Melón
Sandía
Papaya
Lechuga
Col
Guisantes
Cebollas
Remolacha
Chocolate con leche
Yogur con frutas
Quesos fermentados
Alimentos bajos en fenoles:
Plátanos
Pera (variedades bajas en salicilatos como la Bartlett)
Coco fresco
Patatas peladas
Zanahorias
Apio
Coliflor
Judías verdes
Nabo
Pollo fresco
Pavo
Ternera
Cordero
Huevos
Pescado blanco
Pan blanco
Arroz blanco
Pasta sin salsas añadidas
Avena sin aditivos
Leche fresca
Queso cottage
Mantequilla sin sal
Alimentos con contenido cero en fenoles:
Ternera
Pollo
Pavo
Pescado blanco (merluza, bacalao)
Arroz blanco
Harina de trigo refinada
Leche fresca
Queso crema natural
Agua
Leche